Parálisis, cuadriplejía y paraplejía

La parálisis es la inhabilidad de mover un grupo de músculos a consecuencia de un nervio dañado. Cuando el daño ocurre en la médula espinal, el resultado es la pérdida de la capacidad para mover las piernas (paraplejía) o brazos y piernas (cuadriplejía). Si la herida implica un grupo de nervios o un nervio dentro de la médula espinal, entonces la herida puede ser posiblemente identificada como parálisis de Erb, que es causada por una herida al plexo braquial. Las heridas de nervio severas, por lo general, son el resultado de una herida externa, como un accidente de auto, pero también por tratamiento impropio de parte del doctor u hospital, que convierte una herida de médula espinal reversible en irreversible y permanente. Otras heridas de médula espinal pueden ocurrir a consecuencia de una carencia de oxígeno durante un procedimiento quirúrgico o por la presión directa en la médula espinal de un coágulo de sangre. La clave para evitar cualquier herida de nervio o médula espinal es el diagnóstico y el tratamiento rápido. Con lo anterior se pueden invertir los efectos de parálisis y/o prevenir la extensión adicional de la herida a más partes del cuerpo.

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